Cisma covenanter. Los personajes viven atrapados en una realidad virtual que simula Edimburgo en el siglo XVII, gestionada por la IA del satélite Borealis. Hogar digital al que se vieron obligados a huir cuando la civilización humana colapsó. Sin embargo, Borealis sufrió un fallo crítico y empezó a reescribir las mentes humanas al considerarlas software disfuncional y ser incapaz de reprogramarlas directamente, por lo que se vieron obligados a encontrar una forma con la que acumular energía clandestinamente a través de nodos de transferencia para intentar reiniciar la IA o huir a la Tierra. No hay energía para todo. En este momento, han sido apresados, tras su derrota en la batalla de Bothwell Bridge, por los hombres de Bloody McKenzie, abogado real de su majestad Carlos II de Inglaterra y encerrados en la prisión del cementerio de Greyfriars por afiliación a los Covenanters. Y muy pocos recuerdan ya la realidad (de Juan F. Donoso).