LOS BUSCADUENDES

Módulos para los buscaduendes

El maravilloso mejunje del mago Papaya

El maravilloso mejunje del mago Papaya (por El mago Papaya). El mago Papaya, conocido por sus extraños ungüentos y remedios caseros, ha preparado un extraño mejunje verdoso para los iniciados buscaduendes que han acudido a su llamada. Se dice que dicho mejunje es efectivo contra las maldiciones que pueden lanzar las brujas, contra las trampas que se esconden en los reinos y, sobre todo contra las picaduras de mosquitos, tábanos y otros bichos molestos. Pero esta misma mañana, el recipiente ha desaparecido de encima de su escritorio. Sospecha de su duende doméstico, Bluff, pues lleva días de muy mal humor. El mensajero que os trae esta nota, os informa que el mago necesita vuestra ayuda y que lleguéis a su casa – laboratorio de alquimia, lo antes posible.

La zarabanda del metal

La zarabanda del metal (por El mago Papaya). Paseando por los alrededores de la región de la Cueva Mágica, un cabizbajo duende del caldero se os ha presentado en mitad del camino. Parece agotado y arrastra los pies. Al preguntarle por su estado decaído, el duende ha empezado a llorar (o eso creemos, pues es raro ver a un caldero llorar). El brujo del Metal, su amo, no le deja descansar por las noches, con sus extrañas melodías que, según el duende, usa para preparar sus pócimas. Os pide vuestra ayuda. Necesita que le quitéis el instrumento más preciado al brujo: su guitarra de siete cuerdas, hecha de madera de arce mágico. Sólo así podrá descansar.

La sinfonía despedazada

La sinfonía despedazada (por El mago Papaya). Jerjes del Metal, brujo y melómano, sigue en su caldero formulando y cocinando todo tipo de pócimas para cualquier mal. El problema es que su último descubrimiento, la receta de un encogedor de polillas, para así evitar acabar con la túnica destrozada cada vez que va al Bosque de las Setas Gigantes a por materia prima, ha sido robada de la cueva, por un duende salvaje. Cucharón, su duende doméstico, lo ha visto salir de la casa del brujo e internarse por los corredores de la Cueva Mágica. Encuentra la receta antes que sea demasiado tarde.

¡Qué pena de Alacena!

¡Qué pena de Alacena! (por El mago Papaya). Tras cruzar la frontera entre el reino de los Magos y el reino de las Brujas, os topasteis ante un pequeño huerto salvaje que nace a los pies de una casa pequeña y maltrecha. Es raro que haya brujos que habiten en el Bosque de las Setas Gigantes, pero la bruja Siempreadeshora, es un caso excepcional. Parece que la zona fue afectada por una poción de crecimiento mágico y es un gran peligro caminar por sus senderos. Además, todo el mundo sabe que la joven bruja, suele estar correteando por el bosque, cabalgando a lomos de algún escarabajo pelotero afectado por la poción. En un extremo del pequeño huerto, veis tras una mata de tomate de gran tamaño, el rostro sonrojado de una duende del huerto. Os pide vuestra ayuda.
¡Vaya! parece que no tenemos ayudas para los buscaduendes
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